Sala del Hospital Pacheco. 22 hs.
Adam: No seamos imprecisos. Habría que empezar por el ojo.
Bufertini: Y, mirá, teniendo en cuenta que es de ahí de donde sale ese líquido verde…
Adam: Exacto, viste. Y después te enojás porque Garibetti anda diciendo que tenés complejo de inferioridad.
Bufertini: Bueno, vos qué decís, lo extraemos o hacemos lo posible por salvarlo.
Adam: Y, mirá. Es el izquierdo. El otro día leí en la Geografía Nacional que el ojo derecho es el más importante. Yo no tendría problemas en sacárselo.
Bufertini: Che, y vos operás en base a una revista?
Adam: No, pero. Se lo sacamos y listo. No se hable más.
Bufertini: Bueno, dale. Pasame el cuchillito.
Adam: ¿Perdón? El paciente 54 es mío, yo estoy a cargo.
Bufertini: ¿Desde cuándo? Acordate, Adam, del 50 al 100 son míos.
Adam: No, hermano, eso cambió la semana pasada. Cómo se nota que no leés los mensajes que deja el director.
Bufertini: Aún así, vos no tenés experiencia en cirugías. Dejámelo a mí.
Entra Osky.
Osky: Doctores, aquí está el informe del departamento.
Adam: Gracias, Osky. Tenés baja la cremallera.
Bufertini: Ahora sos gracioso. Pobre Osky, no te das cuenta que el tipo se esfuerza por caer bien.
Osky: Todavía estoy acá, che.
Adam: Perdón, Osky, es que la verdad…no me caés. No sé cuál es tu problema. Es como que nunca te sentí parte. No vas a las reuniones después del laburo, no participás en los debates, no tenés Internet.
Osky: Le explico, Adam.
Adam: Doctor Adam.
Osky: Doctor Adam. No voy a las reuniones después del trabajo, porque me queda una materia para recibirme y sólo se admiten doctores en el bar al que van. No participo en los debates, porque son los sábados, y los sábados me toca cuidar a mi hija. Y no tengo Internet porque tengo libros.
Bufertini: Ves lo que lográs Adam. El tipo nos tiene que contar cosas que no nos importan. Bueno, gracias, Osky, después traenos un cafecito hermano.
Osky se va.
Adam: Bueno, ¿seguimos con esto?
Bufertini: Yo le abro el ojo, hacé palanca.
Adam: A la cuenta de tres. Uno, dos…
Bufertini: Tres. Qué asco, che. Qué asco.
Adam: Uy, ¿por qué grita?... ¿Le pusiste la anestesia?
Bufertini: De eso te ocupaste vos, me imagino. Acordate que yo estoy a cargo.
Adam: ¿Tas loco vos? No me digás que no se la pusiste… Mirá cómo se retuerce, le debe doler mucho, hagamos algo.
Bufertini: ¿Se la inyectamos ahora? En los libros no dice nada de anestesiar después de operar.
Adam: Má sí, a ver 54, relájese y deje de patalear. Eso es, esto lo va a hacer dormir un rato…
Un minuto después.
Bufertini: Che, no se duerme.
Adam: A ver, dale de vuelta.
Bufertini: No, cómo le voy a dar de vuelta, ya veo que se muere de sobredosis.
Adam: Es anestesia post-operación, de eso no leí nunca nada. Imaginate que inventemos algo.
Bufertini: Bueno, después te ocupás vos de escribir el acta de defunción, eh.
Dos minutos después.
Adam: Ahí está, se durmió.
Bufertini: Che, nunca leímos el informe del Departamento.
Adam: Qué más va a decir. Paciente Cincuenta y cuatro: Extracción inmediata del ojo.
Bufertini: A ver, tal vez recomendaban otra cosa.
Adam: No seas animal, te acordás cómo tenía el ojo.
Bufertini: Sí, pero nunca se sabe. A ver.
Un minuto después.
Bufertini: ¿Che, este es el paciente 54, seguro?
Adam: Sí, quién más.
Bufertini: Porque acá dice apendicitis.
Adam: Cómo que apendicitis. Qué decís.
Bufertini: Así como te digo: apendicitis. Viejo, mirá cómo está de inflamado.
Adam: ¿Y qué hacemos? ¿Se lo sacamos también?
Bufertini: Y qué se yo. Mejor preguntémosle a Osky que siempre tiene buenas soluciones.
Adam: Sí, mejor. Además él todavía está estudiando, tiene los conocimientos frescos…a ver gritale, ¡Osky!
Bufertini: ¡Osky! ¡Osky! ¿ Traerá el cafecito?
Adam: No sé. ¿Tenés fuego?