miércoles, 21 de febrero de 2007

IV

La novela, el ensayo, el cuento realista:
no implican una manera única y nueva de decir las cosas, todas sus formas se alejan de lo literario, y se asoman al periodismo ficticio. La literatura como imitación de la realidad es mediocridad. Configurarla como forma única es el desafío.
La revolución literaria sólo puede llevarse a cabo si el poeta se revela como una verdadera conciencia crítica, negadora de lo cotidiano, de la represión y lo útil.